sábado, 12 de febrero de 2011
miércoles, 9 de diciembre de 2009
Bienvenido a la oscuridad: El nacimiento de un vampiro
Los vampiros son seres poderosos, pero no humanos. Alguna vez lo fueron, pero ahora están muertos, o mejor dicho, no-muertos. Para convertir a un ser humano en vampiro, es necesario que otro vampiro le chupe toda la sangre, hasta la ultima gota, y que le dé una pequeña porción de su propia sangre inmediatamente después. Si pasa mucho tiempo entre que el humano murió y recibe la sangre del vampiro, el primero permanecerá muerto y la sangre no surtirá efecto. A este acto de convertir a alguien en vampiro se lo llama el Abrazo (Embrace, en ingles), al vampiro original, el Señor (Sire) y al nuevo vampiro, el que acaba de morir, se lo llama Vasallo o Chiquillo (Childe). Cuando ocurre el Abrazo, las emociones primarias e instintivas del Vasallo de algún modo despiertan y toman identidad propia, o casi. A esta "identidad" se la llama la Bestia, y aunque no posee conciencia propia, tratara de hacer actuar a su "dueño" en forma depravada y bestial. Es decir, el vampiro se va a sentir urgido a actuar según se lo dictan sus emociones más básicas, que son comer y atacar. La sed por la sangre se torna para ellos un ansia irrefrenable, tanto que si se encuentran muy hambrientos, van a atacar al primero que se les cruce, y matarlo, así se trate de su mejor amigo o su amante o su hijo. Del mismo modo, ante la menor amenaza de peligro, la bestia va a tratar de dictar reacciones instintivas, que son atacar (aunque el otro venga con una bazooka) o huir (dejando atras lo que sea...).
Había una vez...Según una leyenda vampírica, se cree que el primer vampiro fue Cain, el tercer ser humano, el que mato a su hermano Abel. Los arcángeles lo condenaron a vivir por siempre, privado de la luz del sol, y a beber siempre sangre. También lo condenaron a que sus hijos llevaran la maldición y se odiaran entre ellos. Por mucho tiempo, Cain vago, y se encontró con Lilith, la primera mujer, la que Dios creo del barro como a Adán, pero que tuvo que echar del paraíso por "nefasta", y recién después hizo a Eva... (aunque Lilith se menciona dos veces en la Biblia, y no en el Génesis). Lilith era maga, y le enseño a Cain algunas de sus artes, pero como el estaba maldito, los poderes que aprendió eran distintos de la Verdadera Magia (la que haría un mago del juego Mage). Sus Disciplinas (así se llaman los poderes vampiros) eran en cierto modo menos libres, mas determinadas (pero no menos efectivas... en fin, hay mucho que hablar al respecto). Pero Cain después se fue, y fundo la ciudad de Enoch, y se sintió solo, por lo cual transmitió la maldición a tres mortales, conocidos como la segunda generación. Al pasar solo una parte de su sangre, la segunda generación era menos poderosa que la primera, Cain. La segunda generación también hizo Vasallos, en total 13, que son la tercera generación, menos poderosa que la segunda. Luego vino el diluvio, y Cain se fue de la ciudad pensando que era un castigo divino.Ahora bien, se cumplió la maldición, y la tercera generación se levanto contra la segunda, y se dice que la segunda murió. Cain entonces maldijo a cada uno de los 13 vampiros de tercera generación, y cuando estos 13 hicieron Vasallos, les transmitieron esta maldición. Cabe aclarar que estos vampiros: los 13 de tercera, los 3 de segunda y Cain, se llaman Antediluvianos (por razones obvias). De ese modo, existen 13 clanes, cada uno de los cuales se diferencia de los otros por el Antediluviano de tercera generación del que provienen. Como cada uno de ellos tenia una personalidad distinta, eligieron como Vasallos a gente que cumpliera tal o cual característica, como por ejemplo, tener inclinación artística (clan Toreador) o capacidad para el liderazgo (clan Ventrue), y así. Estos Vasallos de la tercera generación, es decir, la cuarta, a su vez fue eligiendo gente a fin a ellos, y así cada clan tiene ciertas características comunes, y por supuesto la maldición particular impuesta por Cain. Con cada generación, la sangre se diluye cada vez mas (porque lo que se va transmitiendo es la sangre de Cain), por lo cual una generación de numero mas alto es menos poderosa que las anteriores. Por ello, el Señor va a ser siempre mas poderoso que el Vasallo. Los vampiros, tal vez a falta de algo mejor que hacer, buscan tener poder sobre el mundo de los mortales. No es el caso para todos y cada uno de ellos, pero suele ser la ambición generalizada. Por esa razón, las intrigas políticas en el mundo de los vampiros se suceden sin cesar, cada uno tratando de superar a los demás. La amistad entre ellos es casi imposible, sobre todo entre los vampiros mas viejos que ya casi no tienen emociones humanas
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viernes, 30 de octubre de 2009
El vampiro en el arte
El vampiro en la literatura
Los escritos que intentan compilar y analizar racionalmente el tema con argumentos filosóficos, teológicos y científicos, aparecen en Europa en los siglos XVII y XVIII cuando varias oleadas vampíricas (probablemente incidentes de epidemias e histeria colectiva) barrieron numerosos países de Europa Oriental. Esto produjo un interés generalizado en el tema, que llegaría a ser comentado por escritores de la talla de Voltaire, Descartes y Rousseau o el padre Benito Jerónimo Feijoo.
Quizás el primer tratado o libro de ensayos publicado en Europa sobre vampiros fue el titulado "Conceptos racionales y cristianos sobre vampiros o chupasangres" escrito en 1733 por Johann Christoph Harenberg filósofo, teólogo e historiador alemán. Pero uno de los autores más reconocidos sobre el tema fue el monje benedictino francés Dom Augustin Calmet (1672-1757), abad de Senones, destacado exégeta e ideólogo de la Inquisición que escribió, entre otras muchas obras, un libro titulado El Mundo de los Fantasmas que incluye el ensayo titulado Negociación y explicación de la materia y características de los Espíritus y los Vampiros, y así de los retornados de la muerte en Hungría, Moravia, etc. Con esta obra, Calmet realizó la primera diferenciación clara entre los vampiros, por una parte, y los demás espíritus y demonios, por otra, y plantea si el vampiro está realmente muerto, o mediante qué mecanismo es capaz de escapar de la tumba, y qué clase de energía mueve su cuerpo, llegando a conclusión de que, a pesar de su naturaleza maligna, los vampiros son seres creados por Dios. Igualmente el abad señala que el mero hecho de ser pagano no era causa suficiente para convertirse en vampiro, pues de lo contrario los romanos y griegos, que adoraban a dioses paganos, se habrían transformado todos en vampiros.
En 1820 el editor Chez Masson publicó en Paris "Histoire des vampires et des spectres malfaisans: avec un examen du vampirisme" de autor anónimo pero que algunos atribuyen al famoso escritor ocultista francés Collin de Plancy y en el cual se propone una visión racionalista del mito.
En Inglaterra el tema del vampirismo fue tratado en “The Vampire. His Kith and Kin” (1928) y en El Vampiro en Europa (1929) por Montague Summers, quien realiza estudio sobre el tema y describe un recorrido de la presencia vampírica a lo largo de la historia, desde la Antigua Grecia hasta la época moderna, a través de los diversos países de Europa.
Los relatos literarios sobre vampiros proliferan prácticamente a partir del siglo XIX en medio de la corriente literaria del momento, es decir el romanticismo. En 1816, el poeta inglés Lord Byron pasaba unos días en las orillas del Lago Leman (Suiza) junto a un amigo, el médico John William Polidori. Mientras se hallaban en medio de una fiesta con el reconocido poeta Percy Shelley y su última mujer, Mary, se desató una tormenta alpina, y se vieron obligados a permanecer en el interior de la casa, contando historias de miedo. En un determinado momento varios de los presentes se retaron a escribir la mejor historia de terror y misterio de todos los tiempos. Mary Shelley empezó en ese momento a escribir su famosa novela Frankenstein, un mito mefistofélico de nuestro tiempo; Byron escribe el poema épico The Giaour, en el cual ya está presente la combinación del horror y de la lujuria que el vampiro siente y el concepto de los no-muertos que pueden pasar su maldición a los vivos, pero no llegó a completar la obra. Su amigo Polidori lo incluye en su obra titulada El Vampiro, un Cuento, novela publicada en 1819 y cuyo protagonista el «señor Ruthven», está inspirado en el propio Byron. Una secuela no autorizada de esta novela es llamada Lord Ruthwen ou les Vampires (1820) del autor francés Cyprien Bérard, pseudónimo de Charles Nodier, que la adaptó en el primer melodrama de vampiros teatral.
Entre 1845 y 1847 aparece en Londres Varney the Vampire or The Feast of Blood, folletín victoriano de horror gótico, cuyo autor no está plenamente identificado pero se atribuye sea James Malcolm Rymer o Thomas Preskett, ambos muy prolíficos y conocidos en ese campo de los llamados "Penny Dreadful" (folletín escabroso).
La novela gótica más famosa sobre vampiros sin duda es Drácula, del escritor irlandés Bram Stoker, publicada en 1897, cuyo protagonista personifica la fascinación de lo prohibido y es una figura simbólica clásica de la sexualidad reprimida, caracteristica de la sociedad victoriana en la que el autor vivió.

Un escritor británico, Brian Lumley, desarrolló otra aportación al género literario de vampiros. En su serie del Necroscopio (las Crónicas Necrománticas) narra los enfrentamientos de su protagonista contra diversos seres de naturaleza vampírica; pero se desmarca completamente de las convenciones y tradiciones del mito, y los presenta como parásitos, que se sirven de los humanos y animales para sobrevivir, mejorando biológicamente a su hospedador otorgándole poderes sobrehumanos, mientras va sustituyendose su personalidad.
En 2005 aparece otra saga sobre Vampiros modernos escrita por Stephenie Meyer, caracterizada por una gran carga romántica y protagonizada por Edward Cullen, un vampiro que se quedo en la edad de 17 años y Bella Swan, una adolescente normal. (Ver artículos principales de Crepúsculo (novela) y sus secuelas Luna Nueva (novela), Eclipse (novela), Amanecer (novela)) y Sol de medianoche (novela).

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miércoles, 30 de septiembre de 2009
Historia de los vampiros
Los vampiros en la AntigüedadInicialmente la mayoría de menciones de seres con características vampíricas en la Antigüedad son parte del folclore y de los mitos en casi todas las civilizaciones, desde Egipto y Sumeria hasta las culturas indoamericanas.
En Mesopotamia se invocaba a los dioses protectores para que acabaran con los Utuhu y a los Maskin, seres muy similares a los vampiros que eran los culpables de las enfermedades y las pestes, por parte del pueblo. Estos seres junto con las huestes de Alal y Telal, pueden considerarse como antecesores de los vampiros.
En el Antiguo Egipto encontramos deidades vampíricas como Srun, caracterizada por tener aspecto de lobo y largos colmillos. Solían alimentarse de los cuerpos de sus víctimas humanas. Los fenicios tenían la creencia de que la mortandad de niños era debida a los ataques de Lilitu, espectro errante que se alimentaba de la sangre de los infantes. Se hicieron exorcismos para devolver a los chupasangres (también llamados chtonios, "amigos de la sangre") a sus tumbas.
En el folclore árabe y africano se menciona la existencia de unos demonios necrófagos y vampiros, que cambian de forma a su antojo, llamados guls, en árabe, "Al-ghul" (demonio, que se convertían en tales por haber tenido una muerte violenta). En uno de los relatos de Las mil y una noches llamado Honor de un Vampiro el protagonista es un Ghul.
En el judaísmo uno de sus arquetipos míticos es Lilith, la primera mujer de Adán, de quien se decía que se alimentaba de la sangre de los niños no circundados y es inspiradora de muchos personajes de vampiresas seductoras en la ficción por su acentuado carácter sexual.En la India los vetala (demonios vampiros) ocupan un lugar importante en las narraciones y, como parte de la corte de Siva, rondan los lugares de cremación. Igualmente en las mitologías budista hinduista y mitología jainista, un preta es un espíritu atormentado, el alma de un fallecido condenado a sufrir una eterna hambre de de sustancias repugnantes o de sangre lo cual lo torna peligroso para los vivos.
En América, el pueblo amerindio Mapuche tiene entre sus creencias la existencia de un ser vampírico conocido como el Pihuychen que atacaría principalmente a animales, pero también a humanos. Igualmente creían en la existencia de una criatura vampírica acuática conocida como Trelke-wekufe (El cuero). Posteriormente ambos seres formarían también parte de la tradición chilena. También los Aztecas creían en un ser vampírico conocido como Civatateo que atacaba a los niños que después morían de una extraña enfermedad. También se dice que atacaba en las noches y especialmente en los cruces de caminos. También en la cultura Maya se creía que el guardian de Xibalba era un murciélago con rasgos humanos llamado Camazotz que decía arrancaba las cabezas de los extraños.
En Europa, concretamente en la mitología griega, está la leyenda de Lamia, hija del rey oriental Belus y cuyos hijos fueron asesinados por la diosa Hera al conocerse que Lamia tuvo un romance con Zeus. Para vengarse, Lamia comenzó a perseguir a todos los niños que se encontraba para extraerles la sangre para alimentarse. Esta leyenda originó la superstición que persistió en las zonas rurales de la Grecia moderna, según la cual Lamia atacaba a todos los viajeros extraviados, seducidos por la belleza de la "chupasangre". También en la mitología griega se encuentra el caso de Empusa, hija de la diosa Hécate, un ser con pies de bronce y monstruoso que podía transformarse en una bella mujer y conquistaba a los hombres para aprovecharse de su sangre. Además en la Hélade existían en sus leyendas las striges, deidades con rostro de mujer y cuerpo de pájaro que absorbían la sangre de los humanos mientras estos dormían. También existía un ser llamado Vrycolaka, que atacaba a su familia después de muerto.
Los romanos tenían a los larvae, no-muertos que no habían pagado sus crímenes en vida, y se vengaban de su estado esquelético y fantasmal absorbiendo la vida de los vivos.
Entre los francos la creencia en vampiros era tan acendrada, pero sobre todo con el canibalismo al parecer eran una practica común que en la Ley Salica, promulgada en el siglo V. hay previstas multas a quienes practiquen el vampirismo: "...La mujer vampiro que devore a un hombre, comprobándose su culpabilidad, deberá pagar una multa de 8000 deniers, o sea , 200 sous"
En España, hacen parte del mito criaturas como las guaxas en Asturias, las guajonas en Cantabria y las meigas chuchonas en Galicia, todas ellas con un solo colmillo para succionar la sangre de sus víctimas, sobre todo niños.

En la Saga Eyrbyggja que data del siglo XIII, sobre la colonización de Islandia, se cuenta como un jefe normando, Thorolf, regresa de su tumba para aterrorizar a la población hasta que su cadáver es incinerado.
La palabra upier (también como en polaco significa vampiro) llegó a utilizarse por primera vez en Rusia en el año 1047 para referirse a un príncipe ruso.
En 1190 Walter Map escribe De Nagis Curialium, en donde escribe hechos ocurridos por ataques vampíricos en Inglaterra. También recoge casos ingleses William de Newburgh en sus Chronicles, en 1196.
En España, en la región catalana del Alto Ampurdán (Gerona), se originó en el siglo XII una leyenda un poco olvidada pero que quizá sea la más importante sobre vampiros en la península Ibérica, y es la del Conde Estruch, Estruc o Estruga, un anciano caballero feudal, defensor de la cristiandad que vivió en el Castillo de Llers, destruido durante la guerra civil española, y quien se dice que murió asesinado y, como consecuencia de una maldición por su represión de las costumbres paganas que persistían en la zona, se convirtió en vampiro, aterrorizando mucho tiempo a los habitantes de la comarca, seduciendo también a jóvenes mujeres que quedaban embarazadas para dar a luz engendros monstruosos que morían al nacer.
Igualmente en una población catalana de la provincia de Tarragona, llamada Pratdip, nombre que en catalán significa “Prado del vampiro”, existe la leyenda de los “Dips”, unos perros vampíricos que asolaron la comarca y cuya figura aparece en el escudo de la población, así como en retablos de una ermita cercana dedicados a la patrona local, Santa Marina. En esa población existen también las ruinas de un castillo que la tradición oral local atribuye fue la morada de Onofre de Dip, otro señor feudal convertido en vampiro. En Escocia existe una leyenda que se remonta al Reinado de Jacobo I en el siglo XV, sobre Swaney Beane quien conformó una salvaje e incestuosa familia de caníbales y vampiros que asoló la comarca de East Lothiam durante 25 años, hasta que fueron descubiertos en la cueva en que vivían y ajusticiados en Leith.


Como prototipo de personajes de los videojuegos, de los comics o de la literatura popular y del cine.
Como icono y disfraz que no puede faltar en Halloween, particularmente el estereotipo que popularizó Hollywood encarnado por el actor Bela Lugosi.
Como paradigma o referencia de ciertas subculturas o tribus urbanas, como la Subcultura gótica.
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